Organización Completa Contra El Genocidio: Palestina Y Los Movimientos Sociales Populares

Varios miembros de Black Rose / Rosa Negra se han ofrecido a colaborar en este artículo para que prevalezca la lucha de la liberación Palestina a través de organizar equipos de lucha con metas a largo plazo. Se hace énfasis en la diferencia entre la movilización temporal y la organización sostenida enfocada en sitios de la vida cotidiana como lugares de trabajo, escuelas y vecindarios.

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Introducción

Han pasado más de 100 días del ataque con fines genocidas por Israel en el pueblo Palestino y esto ha provocado una de las movilizaciones en contra de la guerra más grandes en los últimos diez años. Muchos de nosotros, al tomar las calles, nos preguntamos ¿qué será necesario para detener a la maquinaria de guerra Estadounidense?

Analizando las protestas contra la invasión de Irak en 2003, es claro que para lograr un cambio hace falta más que marchar o acciones dispersas como ocupar vías públicas, edificios de gobiernos o “pintas” u otros actos de vandalismo en protesta. Salir a las calles desgasta nuestra energía, aumenta el riesgo de ser arrestados e interrumpe la vida de personas no involucradas en el conflicto. Este desgaste se siente como derrota y se vuelve un círculo vicioso en la lucha y el movimiento contra la guerra.

Muchos de nosotros nos involucramos en Black Rose / Rosa Negra (llamémoslo BRRN) porque estábamos hartos del círculo vicioso del activismo. Reaccionábamos a cada crisis y terminábamos en el mismo lugar donde habíamos empezado. Nos involucramos para buscar métodos de incrementar y mantener la efectividad de las protestas, nutrir la fuerza del cambio histórico y ayudar a otros participantes para lograr un cambio y obtener la victoria en la lucha. Cambio que lleve a una revolución eficiente. Esta es la razón por la que BRRN se aleja de las campañas de activismo subcultural y en vez de dar prioridad a los movimientos populares que inician en nuestras comunidades, nuestros espacios de trabajo y estudio. 

Hay que reconocer que estamos al principio de la reconstrucción de los movimientos de lucha social, lo que hace que la movilización en emergencias, como el caso del genocidio en Palestina, sea más lento. También hay que reconocer que esto es en parte porque estamos tratando de organizar grupos heterogéneos; convenciendo, por ejemplo, a compañeros de trabajo a tomar acción, en vez de movilizar a otros activistas ya comprometidos con el movimiento. Pero la verdad es que este sistema es, a la larga, más efectivo ya que, a la larga, creará grupos listos para la lucha en otras circunstancias. Nuestra meta es organizar e involucrar más gente en movimientos sociales y atraerlos a grupos de anarquismo organizado. Convertirlos en esencia en militantes preparados. El crear grupos adiestrados y preparados (en vez de simplemente motivar y movilizar a la gente en un momento de crisis) es mucho más eficiente y creará un cambio radical contra el imperialismo.

Comúnmente, nuestros métodos dependen de que nuestro trabajo y organizaciones no sean detectadas por los imperialistas contra los que luchamos. Para esto tenemos que actuar en espacios sociales con gente similar a nosotros, organizarnos sin ser vistos—en vez de poner énfasis en que nuestro movimiento y organizaciones sean reconocidas con un nombre o un logo a la vista de todos. Es cierto que hay otra parte que necesita ser vista: organizar manifestaciones evidentes, como marchas o protestas. Pero esto es el resultado de una serie de acciones y no es el foco central de lo que estamos haciendo en este momento, al inicio del movimiento. Esto parece contradictorio y esta aparente contradicción puede ser frustrante, pero en realidad es una parte esencial de la lucha. Por eso es que ahora queremos enfatizar este “trabajo oculto” que se ha ido dando en la solidaridad con Palestina.

No queremos decir aquí que hay un modo correcto de hacer la lucha,sino más bien mostrar la gran variedad de contextos en los que el movimiento se desarrolla. Las partes básicas, modestas, pero esenciales y necesarias, para crear un fundamento en el que pueda sostenerse el resto de la lucha. Acciones que traigan más compañeros decididos y organizados, que creen poder sustentable, la creación y mantenimiento de una solidaridad que pueda alcanzar verdaderos objetivos. Como ejemplo: al final de las marchas de solidaridad con Palestina, los organizadores dicen que las marchas, por si solas, no van a detener el genocidio, y hacen un llamado para todos sigamos organizando y atrayendo simpatizantes al movimiento. Esto resulta confuso para los participantes, ¿qué hacer ahora? No hay ejemplos que seguir para un individuo que no pertenece a una organización o es un militante ya organizado. Por esto queremos mostrar algunos ejemplos exitosos de los miembros de Black Rose / Rosa Negra.

Organizando a Los Vecinos en Boston

Miembros del grupo East-Boston Por Palestina, posando para la foto después de un evento.

Tony ha vivido en el vecindario de East Boston por veinte años, mientras que Roxana ha vivido y trabajado allí durante seis. Ambos son miembros de BRRN, con varios años de organizar al vecindario y generar conexiones y relaciones que promueven la confianza. Cuando inició la guerra en Gaza, ellos utilizaron estas relaciones de años para expandir sus vínculos y conectarse con más vecinos para crear un grupo mayor para las marchas pro-Palestina. Después de este inicio exitoso, el grupo decidió formalizarse y darse a conocer como la Organización de Vecinos de East-Boston Por Palestina. Este grupo ha organizado muestras de películas y videos, así como discusiones en el vecindario y esto ha atraído a familias de inmigrantes de distintos entornos, para dar a conocer y discutir las conexiones entre sus propios problemas y la lucha contra el imperialismo. Este modo de organización ha creado una comunidad de apoyo anti-imperialista y los fundamentos para organizar y resolver otros problemas en donde viven. 

En estos días hay una gran ola de apoyo a la lucha Palestina. Para algunos es un asunto político que fue enfatizado a través del activismo. Para otros, la conexión con Palestina tiene raíz en las comunidades Musulmanas o Árabes. Otros han experimentado en persona la violencia del colonialismo y el imperialismo. Para poder ver claramente el costo del avance imperialista, tenemos que encontrar puntos comunes entre estos grupos disímbolos; crear una organización entre ellos y desarrollar formas estratégicas de resistencia. 

Al participar en la creación de una organización pro-Palestina independiente, los miembros de BRRN en Boston han podido escapar de las limitaciones políticas impuestas en la lucha por las organizaciones burocráticas, los sindicatos elitistas y el Partido Demócrata. Al enfocarse en un espacio definido, como en el caso de este vecindario del Este de Boston, han sido capaces de desarrollar relaciones arraigadas en un sitio de la vida cotidiana. En vez de tratar de atraer grupos de activistas aislados a base de motivaciones ideológicas u objetivos a corto plazo. 

Esto nos permite darnos cuenta, como comunidad, de la magnitud del movimiento y de sus raíces históricas. Hacer conexiones de solidaridad social y política, es un proceso que crea una imagen del mundo compartida por otros. También crea una vía para que otros, que sienten la necesidad de solidarizarse pero se sienten marginados o atemorizados, puedan unirse.

Pueden seguir a East-Boston por Palestina en Instagram bajo @ebxpal.

Organizando a Trabajadores de la Salud en Oakland

SEIU 1021 miembros de la marcha Trabajadores Por Palestina en Oakland.

Morgan es una enfermera en Oakland que se inició en BRRN al organizar y planificar las demostraciones de 2020 de “Trabajadores de la Salud pro-Black Lives Matter.” Tres años después, las conexiones que hizo para ese movimiento fueron básicas para organizar los esfuerzos de los trabajadores de la salud en favor de Palestina y contrarrestar la crisis actual.

Los trabajadores de la salud de las instituciones más importantes de la Bahía, se han movilizado y han formado vínculos más fuertes y extensos en su comunidad a través de sus conexiones políticas previas. Además de los esfuerzos al conseguir las firmas para una petición nacional, hacerse presentes en las marchas, participación en los grupos en línea de Signal y WhatsApp y simplemente dejar que la voz se corra de que el movimiento está cobrando fuerza.

En ese contexto, Morgan llevó a su hospital la organización en apoyo de Palestina. Inicialmente se reunió con un pequeño núcleo de trabajadores con ideas similares. El grupo desarrolló un plan de conectarse y promover las ideas de una Palestina libre a base de repartir volantes a diario en la explanada del hospital. Esto trajo al grupo más participantes (incluyendo un médico Palestino) y eso hizo posible hacer un seminario en-línea sobre las experiencias de la salud en una Palestina en guerra. El grupo creció hasta abarcar a más de cincuenta compañeros de trabajo y de ahí surgió un rally público pro-Palestina frente al hospital.

Actualmente su campaña ha tomado un propósito a largo plazo. Morgan y sus compañeros de trabajo se dedican ahora a promover que la dirección del hospital se aleje del apoyo económico de compañías pro-militaristas y colonialistas. Asimismo buscan una alianza con los hospitales Palestinos y la protección de los trabajadores que hablen libremente en contra del genocidio. Estas metas se han ido alcanzando gracias a la historia de Morgan como organizador sindicalista y han ayudado a expandir sus relaciones políticas más allá de su propio sindicato y de los límites de su profesión y su departamento laboral. Morgan considera que las relaciones construidas a través de este proceso (la mayoría de estas en el hospital donde ella busca trabajar el resto de su carrera), han formado una base sólida para lograr el éxito en otras luchas sociales.

Como miembro de la Unión Internacional de Empleados de Servicio (SEIU), el sindicato de Morgan se ha visto envuelto en crear oportunidades para organizar fuera del área de trabajo. El sindicato local al que pertenece es enorme y cubre casi todo el norte de California. En este sindicato local, los miembros comenzaron demandando una tregua y de ahí pasaron a una resolución mayor que exigía 1) un cese-al-fuego inmediato y permanente, 2) retirarle toda la ayuda militar a Israel y 3) terminar con la ocupación de Palestina.

Morgan y otros miembros de la SEIU han creado relaciones que pueden llevar sus demandas y resoluciones más allá del pliego petitorio y esperan que estas acciones lleven a una organización permanente que abarque varias industrias. A nivel nacional, Morgan ha participado en la campaña “Morado Pro-Palestina” (“Purple Up for Palestine”) para presionar que la SEIU exigia un cese-al-fuego. Esta campaña logró que el presidente de la SEIU emitiera un comunicado pidiendo el cese-al-fuego. Durante la campaña se presentaron nuevas oportunidades para conectarse con otros trabajadores fuera de las estructuras formales y burocráticas.

Más Organización de Trabajadores de la Salud en la Bahía

Trabajadores de la salud de varios hospitales, posan para la foto después de una manifestación en San Francisco.

Al otro lado de la Bahía encontramos a Grant. Un miembro desde hace largo tiempo de la BRRN, quien recientemente comenzó a trabajar en un centro médico académico. A diferencia de Morgan, el hospital de Grant no tiene en realidad sindicatos. Al no tener estructuras que conecten a los trabajadores—ni una historia de activismo—los trabajadores a favor de Palestina tienen que empezar desde-cero. Afortunadamente, algunos individuos pudieron conectarse a través de una petición nacional de trabajadores de la salud en favor de Palestina. De esas conexiones, Grant y otros trabajadores del hospital pudieron ensamblar una red informal de varias docenas de miembros, con pequeños grupos en varios hospitales y la escuela médica organizando todo. Así pudieron expandir su base y planear dos demostraciones en el hospital que involucraron más de cien trabajadores.

Organizar el movimiento de solidaridad con Palestina permitió a Grant crear conexiones duraderas entre los trabajadores del hospital y generar una sistema de comunicación en lo que antes era un entorno desorganizado y apolítico. Sin este sistema, muchos de sus compañeros no se hubieran podido comunicar entre ellos ni tomar ninguna acción en conjunto. Los trabajos de organización de Grant demostraron que su sitio de trabajo es un lugar de lucha política e inspiraron a nuevos activistas a dar el primer paso en la lucha. De igual modo, ha sido un modo de apoyar a trabajadores en hospitales de Palestina que han sufrido de un modo cruel en este genocidio. 

Como militantes y trabajadores de la salud en el área de la Bahía, tanto Grant como Morgan han podido participar juntos en la organización regional que ha involucrado cientos de activistas y trabajadores. Recientemente esto culminó en una acción, liderada por trabajadores de la salud, que cerró las oficinas de L3Harris, una industria de armas que fabrica bombas utilizadas en hospitales en Gaza. Junto con los miembros de su red de contactos, Grant y Morgan han sembrado el movimiento en los hospitales y clínicas de la región, ayudando a los trabajadores de la salud a unirse en un modo nunca antes visto.

Organizando a Estudiantes en El áRea de la Bahía

Estudiantes exigen la ruptura con HP en un mitin el 26 de Enero. Se une a ellos un contingente de trabajadores de la salud del hospital de Grant.

Como estudiante del primer año de la universidad y miembro de BRRN, Dioretsa ha estado organizando apoyo a la liberación Palestina en su lugar de estudio. A diferencia de otros ejemplos en este artículo, la universidad de Dioretsa tiene una estructura para el activismo pro-Palestina, incluyendo una división de Estudiantes por la Justicia en Palestina y varios grupos de estudiantes de izquierda. Estos grupos tuvieron la capacidad de responder rápidamente e iniciar una serie considerable de mítines y protestas que hicieron notar la cantidad enorme de gente en favor de Palestina. Este movimiento ha generado una experiencia que ha radicalizado a muchos y ha proveído espacios de contactos como las protestas-sentadas donde nuevos miembros pueden venir, hacer conexiones y aprender sobre el movimiento. Estas protestas han servido como centro para organizar la actividad que ha traído a un grupo de estudiantes activistas que formarán el futuro de las organizaciones de izquierda.

Al inicio del periodo de invierno, los estudiantes lanzaron una campaña de rechazo enfocada en los nexos de la universidad con Hewlett-Packard (HP), una compañía cuyos servicios de tecnología provee inteligencia al regimen segregacionista de Israel y que además mantiene enlaces económicos y de poder con la universidad. Los organizadores de esta campaña buscan también crear una alianza masiva permanente entre los estudiantes a través de la lucha pro-Palestina. El papel de Dioretsa como coordinadora de organización para la campaña, la vuelve un punto clave de varias organizaciones y grupos de apoyo a Palestina en el área de la Bahía.

Atrayendo a la campaña a grupos como el Grupo de Solidaridad de Estudiantes y Trabajadores Universitarios (del cual Dioretsa también es parte), requiere un gran trabajo político para demostrar cómo la lucha contra el imperialismo de los Estados Unidos y el colonialismo los afecta a todos. En vez de enfocarse solo en traer a activistas comprometidos ya con la liberación de Palestina, Dioretsa y sus compañeros organizadores dedujeron que el éxito de la campaña depende de ir más allá de un grupo de activistas y era necesario construir una base que abarcara todos los diferentes sectores de la universidad. Esto debería incluir diferentes grupos de estudiantes de todos los grados, así como estudiantes de postgrado, maestros, trabajadores de la universidad, laboratoristas y trabajadores de la salud. En resumen, debía incluir a todos.

Un Caso de Organización de Trabajadores en El Suroeste

Joe es un trabajador-a-distancia que trabaja como consultor para una compañía ecologista en el suroeste. La compañía está involucrada en conseguir los permisos para desarrollar proyectos en los Estados Unidos y en otros países. Después del 7 de Octubre, Joe se enteró que uno de los proyectos en los que él contribuía era para las oficinas de una firma Israelí a unas 30 millas del campo de refugiados de Jabalia. Otro proyecto era para una corporación trasnacional de energía en la costa de Gaza. Joe contactó a varios de sus compañeros de trabajo para iniciar un grupo de discusión sobre una campaña de boicot, rechazo y penalizaciones (BDS). Joe le dijo al grupo que se negaba a trabajar en estos proyectos y que rechazaría también todos los proyectos que involucraran compañías envueltas en el genocidio en Palestina.

Sus compañeros mostraron simpatía y también cuestionaban la ética de los proyectos en los que estaban trabajando—pero no se sentían seguros de desafiar a la compañía e unirse a Joe en sus decisiones. Sin tener el apoyo de sus colegas, la acción individual de Joe no era suficiente para detener estos proyectos, pero consiguió hacer un espacio para discutir con sus colegas el papel que podían realizar en retrasar el avance colonialista mientras, que al mismo tiempo, impulsaba la justicia ecológica y la solidaridad global. Es muy difícil convencer a los compañeros de trabajo a tomar pasos decisivos como este, pero es importante que nos presentemos como ejemplos de lo que se debe hacer y tener la paciencia necesaria para explicar la importancia de estas acciones. Con un esfuerzo consistente, el poder enorme de los trabajadores de diferentes sectores, es posible irrumpir el colonialismo económico.

Conclusion

Miembros de BRRN participan en acciones para bloquear el Puerto de Oakland.

Esperamos ilustrar, con este artículo, cómo formar una base fuerte para la lucha contra el imperialismo a base de la comunicación y la participación activa con la gente con la que trabajamos, estudiamos y vemos a diario. Los ejemplos citados son pequeños, pero encierra un gran poder duradero en los vínculos que se forman durante el trabajo necesario para organizar la acción colectiva. La meta es organizar estos efectos locales en grandes movimientos sociales, donde los trabajadores controlen el poder de la democracia y este destruya los imperios.

Para impulsar estos esfuerzos en direcciones con la capacidad de hacer una revolución, creemos que es importante organizar los grupos entre la gente con la que convivimos, así como desarrollar mecanismos de toma de decisiones abiertas y democráticas para darle a los trabajadores que conforman la base de la sociedad todo el poder. Es importante analizar y escoger efectivamente los objetivos de nuestra lucha: las organizaciones y poderes conectados con la guerra de Israel y la ocupación; iniciando así campañas que de un modo realista y directo impacten esos objetivos (en vez de hacer acciones simbólicas que terminan frustrando la participación de los radicales que se nos pudieran unir).

La meta actual es detener los intentos de los Estados Unidos para suplir las armas que están causando el genocidio del pueblo Palestino. Esto no será fácil, por lo que debemos esperar una lucha larga y compleja. Al enfocar nuestros esfuerzos en movimientos en la sociedad donde convivimos a diario, nos ayudará a vencer el ciclo de fatiga de las protestas activistas y crear un poder anti-imperialista mundial que viene directamente de los trabajadores.


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